Aunque muchas creen que es lo mismo o que, al menos, son conceptos hermanados, su relación realmente no es directa. ¿Es todo lo vegano natural, y viceversa? Y además de ello: ¿Son los cosméticos naturales más eficaces?  

En un mundo que está sufriendo un claro impacto medioambiental que ocasiona aspectos como el calentamiento global, es normal que surjan propuestas que abogan por una producción de cosméticos que sea sostenible y, si es posible, incluso beneficiosa para el medioambiente. De aquí surge la búsqueda, cada vez más pronunciada, por parte del consumidor de productos a partir de cosméticos naturales y que sean veganos. Sin embargo, aquí parecen confluir varios errores conceptuales. Por ejemplo, lo vegano no tiene por qué ser natural, ni lo natural tiene que ser lo más sostenible ni beneficioso para la piel. Profundizamos un poco en las diferencias con vistas a entender qué es cada cosa y cómo podemos sacar provecho nosotros y el planeta de ello en cada caso.

No todo lo vegano es natural…

…ni todo lo natural es vegano. La cosmética vegana es aquella que “no tiene en sus fórmulas principios de origen animal, idea ligada también a veces al concepto de cruelty free o de no testar en animales”, comenta Isabel Reverte, directora técnica de Rosalique Respecto a la cosmética natural, “es aquella que se hace con ingredientes naturales, a partir de extractos normalmente. Dentro de ella suele haber dos vertientes, la que se desarrolla en laboratorios y la que se puede hacer en casa”, expone Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Sin embargo, nos podemos topar con “fórmulas naturales que no son sostenibles en su producción y que no aportan eficacia cosmética, así como con productos veganos que no incluyen ingredientes naturales en sus fórmulas, sin que ello implique la presencia de animales en alguna fase del proceso”, expone Marta Agustí, experta cosmética y asesora de rutinas en Purenichelab.com. En este sentido, “localizamos productos veganos que recogen en su interior todos ingredientes sintéticos, o cosméticos naturales que incluyen en sus ingredientes algunos como la cera de abeja”, añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

Cosmética natural ¿eficacia y sostenibilidad?

Cuando la gente piensa en cosmética natural, a su mente vienen las plantas y todo lo ecológico que pueda surgir en el mundo. Sin embargo, hay que dejar claro que la cosmética 100% natural es, probablemente, una de las menos sostenibles y con mayor impacto medioambiental. “Determinados extractos naturales implican contar con cantidades inmensas del ingrediente para poder conseguir de ellos un mínimo de extracto, lo que obliga a utilizar más recursos. Aparte, aunque sean extractos de ingredientes naturales, para que sea realmente efectiva, se debe hacer la extracción por proceso químico. Aunque el ingrediente final es de origen natural, para obtenerlo tendremos que contar con la ayuda de componentes químicos que no lo son”, explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Si no se hace por esta vía, puede ocurrir que la extracción no dé un principio efectivo a nivel cosmético, por eso “juntar los ingredientes en nuestras casas no da cosméticos eficaces. Tienen que someterse a un tratamiento para asegurar que son estables en el tiempo y que, por ejemplo, no se degradan ni se oxidan. También es importante, a veces, vehiculizarlos. Es decir: incluirlos en moléculas que nos aseguren una correcta penetración en la piel”, añade Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Principio de sintesis

No obstante, la cosmética trabaja cada vez con más ingredientes de origen natural y, para que sea sostenible, suelen auto producir el ingrediente original con vistas a no hacer un elevado impacto medioambiental, asegurando una mayor sostenibilidad en el proceso. Dicho esto, y aunque esta es una tendencia en crecimiento, en ocasiones provocada por la demanda del mercado, los productores son fieles defensores de los principios creados en laboratorio. “Lo que hacemos es crear principios que tienen los mismos beneficios de esos ingredientes, pero potenciándolos. Conseguimos, al sintetizarlos, asegurar una estabilidad, una mayor penetración y un mejor trabajo del ingrediente a nivel celular”, comenta Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Por eso surgen ingredientes como el ácido hialurónico, el retinol o los péptidos que, “aunque tienen un origen o una inspiración en lo natural, se diseñan para asegurar que sean realmente eficaces cuando los aplicamos en nuestra piel”, añade.

Equilibrio cosmético

La tendencia dominante ahora se fundamenta en crear productos que fusionan lo mejor de todos los mundos, luchando por crear fórmulas veganas, libres de testeo en animales, y con un balance entre lo sintético y lo natural, incluyendo los extractos de forma sostenible y completándolos con activos de síntesis de laboratorio para mejorar la fórmula, incrementando su eficacia, estabilidad y actividad en la piel.